CÓDIGO BINARIO

A Gonzalito Rivera le gustan las computadoras. Le gustan tanto que tiene más de cuatro sólo en su cuarto. Gonzalito se viste con una camisa a cuadros de manga corta, abotonada hasta el último botón. Usa pantalones caqui, los que lleva a la cintura, y zapatos de vestir con cordones. Cuando se levanta, peina su cabello con gel, formando una raya al medio perfecta. Su uniceja se confunde entre el grosor de sus lentes que ocultan, tras un gran espesor, los ojos de Gonzalito.

El cuarto de Gonzalito parece salido de la NASA. Muchas máquinas ocupan la mayoría del espacio. Además de los ordenadores, Gonzalito arma robots. Tiene tres, Robotito, Ultratón y Zord. Y no sólo robots, también tiene modelos de aeronaves espaciales. Sí, Gonzalito es fanático de la NASA. Su sueño es poder trabajar para ellos una vez graduado de la Facultad de Ingeniería. Para empezar a prepararse para el duro trabajo que le espera en la NASA, arma programas espaciales. “Ahora mismo estoy trabajando en un programa que dependiendo de las coordenadas que se le ingrese, ayudará a recorrer la superficie de Klomnick, un planeta que he encontrado, según mis cálculos” dice Gonzalito Rivera, mientras muestra dónde está el planeta con uno de sus programas. Prosigue aclarando que “el programa funciona con el código binario, pero también, con lenguaje html y Java, depende del grado de instrucción de los operadores”.

Gonzalito cuenta también que uno de sus robots lo baña mientras duerme, “sólo hay que programarlo y listo, ya no es necesario usar la ducha”. El robot no utiliza agua, pues se oxidaría. Pero, sin embargo, usa una pasta verde con aroma a menta. Gonzalito dice que lo desinfecta y refresca a la vez. Lamentablemente, el robot no siempre le quita toda la pasta. Por lo que esta se pudre y el refrescante aroma mentolado se torna sofocante.

Gonzalito es un adolescente. Y como todo adolescente, en especial hombre, quiere relacionarse con su género opuesto. “Cuando tengo que conectarme con una chica lo hago a través de Internet, o la uploadeo en uno de mis programas. De otra manera su Firewall no me permite pasar” comentó Gonzalito entre risas. Entre su pésimo sentido de la moda, y los restos de pasta pestilente, no es extraño que Gonzalito no tenga mayor contacto con el sexo femenino que el trato con su madre. “Mi mamá es la mejor, me cuida, me prepara siempre la comida, yo la quiero mucho” agrega Gonzalito. “Muchos piensan que soy raro, por cómo quiero a mi mamá y mi fascinación con la tecnología, pero la verdad es que soy humano, la diferencia es que me gusta ver el mundo como un código binario”.